Barbie, ha cumplido 50 años sín arrugas ni canas y tan esbelta como el primer día. En cinco décadas, Barbie fue modificando su figura y multiplicando sus versiones: rostro con o sin sonrisa, pelo largo, rubia o morena, piel más oscura o más clara y modelos étnicos para conquistar otras culturas.
Las críticas sociales hicieron que Barbie dejase atrás en 2000 la irreal cintura de avispa y ganase masa corporal para esquivar las acusaciones de que fomentaba la extrema delgadez.
Barbie siempre ha sido un perfecto reflejo de su tiempo y de cómo evolucionaba la moda. Ahora un ejemplo de esto es su presencia en internet con la creación de un perfil en la red social Facebook
La socióloga Mary Rogers, la definió como un "icono cultural versátil". En su ensayo Barbie Culture escribió que en las sociedades seculares, los iconos culturales como Barbie llenan un espacio que en otros tiempos llenaron símbolos religiosos como crucifijos o estatuillas de santos".
Barbie simboliza el modelo femenino de los años cincuenta, puritanos y machistas: blanca, rubia y con ojos azules , consumista, de clase media, mujer-objeto, hiperfemenina.
Pero también el de los años sesenta y en la revolución sexual: libre, profesional, sin hijos, ni marido ni jefe, e independiente.
Es femenina y feminista. Un objeto y un sujeto. Pasiva y activa. Dependiente e independente, con esta ambivalencia no hace más que representar las tensiones de las mujeres en la sociedad actual, mujer independiente versus "niña buena". Lo preocupante es que no deja de ser un modelo femenino para muchas niñas...
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